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En un sector hotelero marcado por la digitalización, la sostenibilidad y la mejora continua de la experiencia del huésped, las instalaciones eléctricas se consolidan como un elemento estratégico.
El sector hotelero español mantiene su crecimiento, impulsado por una recuperación sostenida de la demanda turística y una progresiva transformación digital. En 2023, la industria generó una media anual de 228.700 empleos, lo que representa un aumento del 9,4% respecto al año anterior, consolidando la tendencia ascendente iniciada tras la pandemia. A nivel económico, el volumen de negocio de los 16.667 hoteles registrados en el país alcanzó los 18.600 millones de euros, un 17,7% más que en 2022.
En este contexto, la digitalización y la eficiencia energética se han convertido en factores clave para que los establecimientos hoteleros mantengan su competitividad. Desde la automatización de habitaciones hasta la conectividad avanzada, la tecnología redefine el concepto de hospitalidad. Sin embargo, esta transformación solo es posible con una infraestructura eléctrica moderna y fiable, capaz de soportar las crecientes exigencias operativas y normativas del sector.
La modernización de los hoteles conlleva una creciente incorporación de soluciones tecnológicas, como cerraduras inteligentes, gestión energética automatizada o estaciones de carga para vehículos eléctricos. Todo ello requiere una instalación eléctrica segura, eficiente y escalable, que actúe como soporte estructural y operativo de estos sistemas.
A ello se suma la presión por ejecutar proyectos en plazos ajustados, controlar costes y cumplir con reglamentos como el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT), que exige inspecciones iniciales y periódicas.
Un sistema eléctrico bien diseñado reduce el riesgo de cortocircuitos, incendios o fallos críticos, garantizando la protección de huéspedes, personal e infraestructuras. La incorporación de tecnologías de detección de fallos y protección contra sobretensiones mejora la fiabilidad operativa y minimiza interrupciones en los servicios.
El cumplimiento de normativas como el REBT no es solo una obligación legal, sino una medida preventiva fundamental para asegurar el correcto funcionamiento de los equipos y prolongar su vida útil.
Las instalaciones eléctricas de última generación contribuyen de forma directa a la eficiencia energética del establecimiento. Soluciones como la iluminación LED, la automatización de habitaciones o los sistemas de control del consumo permiten ajustar la demanda energética en función de la ocupación y el uso real.
Esta optimización reduce tanto los costes operativos como el impacto ambiental, reforzando el compromiso del hotel con la sostenibilidad y mejorando su posicionamiento ante clientes y administraciones.
Una instalación eléctrica flexible permite incorporar nuevas tecnologías sin necesidad de acometer reformas integrales. La compatibilidad entre sistemas de distintos fabricantes, la capacidad de integrar dispositivos IoT, o la preparación para acoger puntos de carga para vehículos eléctricos, son elementos clave para adaptarse a las futuras demandas del mercado.
La planificación de un mantenimiento periódico, en línea con los requerimientos del REBT, asegura el funcionamiento continuo del sistema eléctrico y reduce la probabilidad de averías. Las revisiones preventivas permiten anticiparse a incidencias, alargar la vida útil de los equipos y evitar interrupciones que comprometan la experiencia del cliente.
Contar con una instalación eléctrica bien dimensionada y actualizada permite a los hoteles:
La ejecución de proyectos eléctricos en el ámbito hotelero exige planificación detallada y experiencia técnica especializada. Empresas como EIG Integral Services aportan valor añadido gracias a su trayectoria de casi tres décadas en el diseño, instalación y mantenimiento de sistemas eléctricos para el sector hospitality.
Con un equipo cualificado y capacidad de respuesta en proyectos complejos, EIG garantiza el cumplimiento de estándares de calidad, seguridad y eficiencia, contribuyendo a que los establecimientos hoteleros respondan a las nuevas exigencias del mercado y consoliden su posición competitiva.