Empresas Premium
Empresas Premium
La aerotermia se posiciona como una de las soluciones más eficaces para avanzar en la descarbonización del parque residencial español.
En el contexto de la transición energética y la lucha contra el cambio climático, la aerotermia se consolida como una de las principales alternativas para sustituir sistemas de calefacción convencionales, como el gasóleo o el gas natural. Basada en una fuente de energía renovable, esta tecnología permite reducir significativamente tanto el consumo energético como las emisiones de CO₂ desde su puesta en marcha, según afirman desde Daikin.
Diversos estudios y aplicaciones reales demuestran que, en una vivienda tipo sin sistemas de autoconsumo solar, la incorporación de un sistema de aerotermia centralizado puede generar:
Además de su impacto en el rendimiento energético, los equipos actuales permiten una gestión integral del confort térmico doméstico, cubriendo calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, tanto en obra nueva como en proyectos de rehabilitación energética.
Los costes de instalación de sistemas de aerotermia han disminuido de forma notable en los últimos años. Las nuevas soluciones técnicas facilitan su integración en edificios existentes, lo que ha ampliado su alcance dentro del parque residencial.
En muchos casos, la inversión inicial se amortiza en menos de cinco años, generando ahorros netos desde el primer ejercicio completo. Esta eficiencia económica, unida a sus beneficios ambientales, convierte a la aerotermia en una opción estratégica para el cumplimiento de los objetivos climáticos nacionales y europeos.
Diferencia entre aerotermia y bomba de calor
Es importante distinguir entre los conceptos:
Comprender esta diferencia es fundamental para valorar el papel de la aerotermia en la descarbonización del sector residencial.
Una de las herramientas disponibles para fomentar el uso de tecnologías eficientes como la aerotermia son los Certificados de Ahorro Energético (CAEs). Estos permiten obtener una compensación económica por cada MWh de energía final ahorrado, con una retribución media de entre 115 y 140 euros por MWh, abonada en un plazo aproximado de tres meses tras la validación técnica.
Aunque el sector residencial representa solo un 2,2% de los CAEs emitidos, su potencial es elevado: más del 80% del parque de viviendas en España fue construido antes del año 2000, lo que ofrece un amplio margen de mejora en términos de eficiencia energética.
Además de los CAEs, las instalaciones de aerotermia pueden beneficiarse de subvenciones públicas estatales y autonómicas incluidas en los programas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con fondos europeos Next Generation EU.
Diferencias clave entre ambos instrumentos:
Ambos mecanismos son complementarios y, en muchos casos, compatibles, lo que incrementa la viabilidad económica de las inversiones en eficiencia energética dentro del parque edificado.