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Velas, árboles, luces y estufas elevan el riesgo de incendio en Navidad. Tecnifuego insiste en la prevención, el uso de materiales seguros y el control de instalaciones eléctricas.
La Navidad es un periodo en el que los incendios domésticos aumentan de forma notable. Velas, estufas, chimeneas, árboles y elementos decorativos generan escenarios de riesgo que, combinados con descuidos, pueden derivar en tragedias. La Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, Tecnifuego, recuerda que con medidas básicas de prevención es posible disfrutar de estas fechas sin comprometer la seguridad.
El riesgo se ha hecho visible tras el incendio ocurrido en Palas de Rei, Lugo, donde una mujer falleció y seis personas resultaron heridas. Las primeras investigaciones apuntan a un cortocircuito en el árbol de Navidad, propagándose el fuego sobre un porche de madera y provocando inhalación de humo entre los residentes. Tecnifuego subraya que la combinación de materiales inflamables, fallos eléctricos y estructuras combustibles convierte cualquier descuido en un peligro real, aunque mitigable con actuaciones sencillas.
Los árboles de Navidad naturales pueden secarse rápidamente y volverse extremadamente inflamables: un árbol seco puede arder en menos de 30 segundos. Para reducir riesgos, Tecnifuego recomienda:
Las luces decorativas deben encontrarse en buen estado, sin cables pelados ni sobrecargas, y cumplir con la normativa CE. Contar con un extintor accesible en zonas próximas al árbol puede ser decisivo en caso de incendio.
Las decoraciones (velas, adornos colgados o aerosoles) también requieren especial cuidado. Tecnifuego aconseja no colocar adornos cerca de fuentes de calor, evitar nieve artificial junto a llamas y mantener despejadas las salidas para facilitar la evacuación. Las velas nunca deben quedar encendidas sin supervisión.
Para minimizar riesgos, la asociación recomienda luces de bajo voltaje, revisión diaria del estado de los cables, apagar iluminación al salir de casa o antes de dormir, evitar sobrecargas y optar por LED en lugar de incandescentes, que generan más calor.
Tecnifuego recuerda que la seguridad no depende solo de detectores o extintores: la reacción al fuego de los materiales decorativos y de revestimiento es determinante. El Código Técnico de la Edificación, CTE, y el RSCIEI establecen requisitos estrictos para restaurantes, hoteles, centros administrativos o entornos hospitalarios. Sin embargo, tendencias como la tematización de locales o el uso de madera sin tratamiento han incrementado la presencia de materiales combustibles en interiores.
En los últimos años se han registrado incendios con víctimas mortales en locales de pública concurrencia donde la rápida propagación del fuego estuvo relacionada con los materiales decorativos utilizados. Con el incremento de celebraciones navideñas en espacios cerrados, Tecnifuego insta a propietarios, proyectistas e instaladores a verificar el cumplimiento normativo y asegurar que los revestimientos cuentan con la clasificación requerida.
“La Navidad es un periodo para disfrutar, pero también para extremar la prudencia”, señala Llorenç Domingo, miembro del Comité Sectorial de Ingeniería, Instalación y Mantenimiento de Sistemas de Protección Pasiva de Tecnifuego. “Solo una visión completa de la seguridad, que incluya protección activa, resistencia al fuego y adecuada reacción al fuego de los materiales, garantiza espacios realmente seguros”.
La prevención y el cumplimiento normativo son claves para reducir incendios en estas fechas. Con medidas sencillas en el hogar y decisiones responsables en entornos públicos, es posible celebrar una Navidad segura para todos.