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Baterías de litio y carga segura en Navidad: consejos clave para prevenir incendios domésticos y reducir riesgos eléctricos en el hogar.
La tecnología vuelve a situarse entre los regalos más habituales de Navidad. Teléfonos móviles, patinetes eléctricos, ordenadores, juguetes electrónicos, herramientas inalámbricas o incluso vehículos eléctricos llegan a miles de hogares españoles. Estos dispositivos facilitan la vida cotidiana, pero también introducen nuevas rutinas y riesgos que conviene conocer. Desde la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego) recuerdan que el aumento de aparatos conectados exige precauciones adicionales en materia de seguridad contra incendios.
No se trata de desconfiar de la innovación, sino de aprender a utilizar la tecnología de forma segura. Muchos de los regalos más comunes incorporan baterías de litio, una solución ligera, de alta capacidad y carga rápida, pero sensible a sobrecargas, golpes o usos inadecuados. En caso de incendio, además, su extinción resulta especialmente compleja.
Durante las fiestas se concentran muchas primeras cargas, a menudo realizadas con prisas y sin atender a aspectos básicos como el lugar, el cargador empleado o el tiempo de conexión. Es precisamente durante la carga cuando el riesgo de incendio es mayor, debido a la acumulación de energía en las celdas, que puede provocar sobrecalentamientos, emisión de gases altamente tóxicos e incluso combustión espontánea.
Los expertos en protección contra incendios insisten en que la prevención empieza en casa y pasa por gestos sencillos que reducen de forma significativa el riesgo de incidentes:
Cuando los regalos van dirigidos a niños o adolescentes, la educación en seguridad es clave. “Igual que se enseña a usar un patinete o un juguete eléctrico, también hay que explicar cómo y dónde cargarlo y por qué no es buena idea dejarlo enchufado toda la noche”, señala Antonio Tortosa, vicepresidente de Tecnifuego. Incorporar estos hábitos desde edades tempranas ayuda a consolidar una relación responsable con la tecnología.
El Estudio de Víctimas de Incendios en España 2024, elaborado por Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), recuerda que los incendios domésticos de origen eléctrico siguen teniendo un peso relevante. El principal peligro no son las llamas, sino el humo: cuatro de cada cinco fallecimientos se producen por inhalación de gases tóxicos, muchos durante la noche. El invierno concentra el mayor número de víctimas, debido al aumento del consumo eléctrico y al mayor tiempo de permanencia en el interior de las viviendas.
Los incendios relacionados con aparatos eléctricos continúan siendo la causa conocida más frecuente de los siniestros mortales en viviendas. En 2024, dos de los incendios con mayor número de víctimas se produjeron durante la carga de baterías, concretamente de un teléfono móvil y un ordenador portátil, con 14 fallecidos en total. A ello se suma el crecimiento sostenido de los incendios durante la carga de patinetes eléctricos, un dato que refuerza la necesidad de extremar la prevención.
Incluso aplicando todas las recomendaciones, el riesgo cero no existe. Por ello, la detección temprana resulta clave. “Cuantos más dispositivos eléctricos hay en casa, más importante es disponer de sistemas básicos de detección y alarma”, apunta Tortosa. En este contexto, Tecnifuego lanza un mensaje claro en estas fechas: regalar seguridad.
Un detector de humo, con un coste inferior a 20 euros y de fácil instalación, puede alertar de la presencia de humo antes de que el incendio sea visible. Según los expertos, disponer de detectores reduce a la mitad el riesgo de muerte en un incendio doméstico.
Acompañar los avances tecnológicos con hábitos responsables y medidas básicas de protección puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia, especialmente en viviendas con niños, personas mayores o personas que viven solas. En Navidad, y durante todo el año, la mejor protección sigue siendo la prevención.