Control de calefacción en invierno: cómo ajustar la temperatura para reducir el consumo

Con la bajada de temperaturas, gestionar adecuadamente los sistemas de calefacción resulta esencial para asegurar el confort doméstico sin aumentar el gasto energético. Según el IDAE, la temperatura recomendada durante el día se sitúa entre 20 y 22 °C, mientras que por la noche se aconseja no bajar de 19 °C, ya que cada grado adicional puede elevar el consumo entre 7 y 8%.

Para mantener estos rangos, el uso de termostatos y controles modulantes contribuye a conservar una temperatura estable y evitar consumos innecesarios. Estos dispositivos actúan sobre los circuitos teniendo en cuenta variables como la temperatura ambiente, la exterior o la humedad.

Entre las opciones disponibles, el cronotermostato permite programar temperaturas por franjas horarias o días de la semana, definiendo cuándo debe activarse o detenerse la calefacción. El control modulante, por su parte, ajusta de forma continua la potencia y la temperatura de impulsión según la demanda real, lo que mejora el confort y reduce picos de consumo. En conjunto, estos sistemas pueden aportar hasta un 30% de ahorro energético.

En esta línea, Junkers Bosch incorpora distintos controladores compatibles con sus calderas, como el Easy Control CT 200, que permite activar la calefacción mediante reconocimiento de posición GPS desde el smartphone. Su función de autoaprendizaje adapta el funcionamiento según los hábitos del usuario, mientras que la aplicación gratuita Bosch EasyControl facilita una gestión centralizada y flexible.

Disponer de soluciones de control de calefacción permite ajustar con precisión la temperatura, optimizar el uso de energía y mantener un confort constante durante el invierno. Para profundizar en estas herramientas, los usuarios pueden acceder a la sección de recursos de Bosch Home Comfort, donde encontrarán guías y recomendaciones para elegir el sistema de regulación más adecuado.