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El mercado de enfriadoras sigue manteniendo una perspectiva favorable en el inicio del año. Su recuperación ha sido progresiva en los últimos ejercicios. De hecho, las estadísticas de AFEC en 2017 así lo avalan, con un incremento en el segmento terciario-industrial del 4,84% y en comercial del 15,33%.
El mercado se mueve en obra nueva gracias al incremento de la construcción, pero más aún en los segmentos de rehabilitación, reforma y mantenimiento
La mayoría de fabricantes que nos han hecho llegar su opinión avalan esa tendencia positiva. El mercado de enfriadoras agua/aire y agua/agua, según explica uno de los actores del mercado, seguirá creciendo ya que el coste de los refrigerantes y sus correspondientes impuestos penalizan a las instalaciones de expansión directa.
La opinión generalizada es que cobran fuerza los sistemas hidrónicos en detrimento de otras soluciones alternativas, gracias en gran medida a las elevadas cargas impositivas de los refrigerantes.
El hecho de que enfriadoras y fancoils requieran menos refrigerante que otros sistemas, como el VRF, hace prever que las enfriadoras aumenten su cuota de mercado en los próximos años.
En un contexto más amplio, en la actualidad resulta necesario que los edificios se gestionen de un modo responsable desde el punto de vista energético. Sostenibilidad y eficiencia energética son dos palabras que se repiten en el uso de los sistemas de climatización.
La tecnología inverter, la concienciación sobre el ahorro y la eficiencia energética provocan que se elijan cada vez más enfriadoras con un buen coeficiente de rendimiento estacional en vez de con un buen rendimiento todo/nada EER y COP.
El mercado se mueve en obra nueva gracias al incremento de la construcción, pero más aún en los segmentos de rehabilitación, reforma y mantenimiento. El segmento hotelero es uno de los que también está tirando de las ventas.
El sector, por tanto, se encuentra en una situación de crecimiento, especialmente en enfriadoras de mediana y alta capacidad. Las normativas e impuestos que gravan los gases fluorados, especialmente la normativa europea F-Gas, junto con las normas ErP, imponen el diseño de equipos que ayuden a alcanzar una mayor eficiencia energética.
