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La tecnología VRF presenta enormes ventajas por su versatilidad y eficiencia energética, lo que le ha convertido en la tecnología más común en la actualidad a la hora de climatizar edificios.
Los sistemas VRF con tecnología de caudal variable de refrigerante destacan principalmente por instalarse en lugares donde es necesario que funcionen durante un largo periodo de tiempo
La pandemia, que se sintió con fuerza en el sector en el año 2020, provocó un retraimiento de la demanda, pero ya en 2021 se recuperó, con valores que las marcas que operan este mercado sitúan en cifras similares a 2019. Para este ejercicio 2022, pese la situación geopolítica que ha provocado el estallido de la guerra en Ucrania y su repercusión económica, la impresión es que seguirá creciendo el sector.
El crecimiento anual del mercado, según apunta un fabricante que ha participado en el estudio, ha sido de un 11% desde el año 2016 hasta hoy.
Ciertamente, la parte más comercial, la del sector de la hostelería y la restauración, además de los edificios de oficinas, se ha visto más afectada durante los dos últimos años, pero la versatilidad de estos equipos, que pueden instalarse en una tipología enorme de edificios, ha jugado siempre a favor.
Se trata de sistemas que permiten una enorme flexibilidad, además de ser eficientes desde el punto de vista energético y ser enormemente versátiles.
Los sistemas VRF con tecnología de caudal variable de refrigerante destacan principalmente por instalarse en lugares donde es necesario que funcionen durante un largo periodo de tiempo tanto en verano como en invierno. Edificios de mediano y gran tamaño como hoteles, oficinas o espacios comerciales.
Otra de sus ventajas es la posibilidad que ofrecen para su colocación con diferentes tipos de unidades interiores según las necesidades y zonas con que cuenta el edificio.
También destacan por el ahorro energético gracias a la tecnología inverter de los compresores. Sobre otros sistemas de climatización, el ahorro puede oscilar de media entre el 15 y el 20%. Además, estos sistemas permiten centralizar la gestión de todas las unidades del sistema e incluso calcular el gasto energético de cada unidad de un modo individualizado. El hecho de trabajar de un modo eficiente en carga parcial permite adaptar su rendimiento a las necesidades de cada situación.
